Un año más comenzó Trayectos, con caras conocidas y nuevas entre el público, con las primeras filas sentadas en el suelo sobre los cartones… Y lo hizo de manera simultánea, en Zaragoza y Utebo.
Aquí os vamos a contar lo que vimos en Zaragoza, y comenzamos con una preciosa frase que aparece en el blog de Jordi Sora http://escenadelamemoria.blogspot.com.es:”Hay un impulso civilizador en estas propuestas de ciudades que danzan en espacios singulares…”. Gracias Jordi por los artículos que nos dedicas en tu publicación.
Futuro. Abrieron la programación en la Plaza de San Bruno los zaragozanos Gatos Oscuros con su pieza El museo, en la que mezclaban distintas disciplinas como el teatro, acrobacia y la danza. Adrián Rodríguez, Elsa Couto, Iván Benito y Luis Basterra, bailarines y coreógrafos de la creación, comenzaron su formación en el mundo del parkour, por los parques de Zaragoza. Con esta nueva propuesta, crearon un momento divertido y fresco y dejaron constancia de su buenísima preparación física.
Intensidad. También en la Plaza de San Bruno, la compañía catalana UMMA UMMA Dance & Manuel Rodríguez, presentaron la pieza Fifth Corner, que ha obtenido diversos premios, entre otros el del Certamen Coreográfico de Madrid “Paso A Dos” 2013 y la Mención especial del Jurado a la coreografía y a los intérpretes de 17Masdanza. La coreografía de Guido Sarli & Manuel Rodríguez, interpretada por Xavier Auquer, Ares D’angelo y Laurato Reyes resultó un inquietante y contenido viaje a la esencia auténtica y primitiva del ser humano, mirando el interior del cuerpo como una alegórica cárcel del individuo.
Energía. Trayectos se desplazó a la Plaza de la Seo para continuar con la programación del primer día. Allí la compañía vasca Ertza esperaba con su pieza 4 x 4 coreografiada por Asier Zabaleta e interpretada por Chimid Badmaev, Pedro Alfonso Vilas, Sergio Nguema y Thiago Luiz Almeida. En ella, se palpaba la tensión en el ambiente, y se percibía claramente la reivindicación de las diferencias y la rivalidad de las batallas de baile entre diferentes estilos. Como ellos mismos definían en su sinopsis: 1 pelea de gallos. 2 parejas enfrentadas. 4 máquinas todo-terreno. 8 ojos fuera de sus órbitas. 16 articulaciones desencajadas.
Brío e ímpetu. Primero en silencio, y después con la arrolladora música de John Zorn y Amon Tobin, la compañía belga-húngara Eléonore Valère-Lachky Company impresionó con su barroca Whirling, en la que si pestañeabas por un segundo te perdías parte de la coreografía. La coreógrafa Eléonore Valère Lachky, define su creación como un juego entre espacio y tiempo en el que crear un complejo y denso tejido coreográfico, donde los gestos y eventos físicos tenga la más precisa y tenue coordinación en el escenario. Los bailarines, Bea Egyed, Peter Juhaz, Sandor Petrovics, Csaba Varga, Norah Horvath, nos regalaron una interpretación poderosa y sutil al mismo tiempo, que recibió una fuerte y sincera ovación al terminar.
Fotos: Inma Salas.