“Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes (…)”. Así dice el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El derecho consiste en la posibilidad de que las personas sean partícipes del hecho y la manera de estar juntas, de tener contacto directo con el hecho cultural y artístico, de que sean elementos activos en el devenir social y cultural. Es por ello que son cruciales los proyectos que sirven de puente entre la cultura, el arte, y la ciudadanía.
“El espacio del cuerpo” es un proyecto que se desarrolla en Trayectos hace 5 años, son talleres de danza, expresión y creatividad cuya finalidad es utilizar la danza y el movimiento para procesos de integración social y para la mejora de la salud física y emocional de las personas.
Pretende que las entidades sociales, fundamentalmente las que trabajan en el ámbito de la inclusión social, dispongan de herramientas para el cumplimiento de sus fines, y de acercar la vivencia artística a todos los sectores de la sociedad, con independencia del origen o situación de vida de las personas.
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